sábado, 10 de febrero de 2024

 EL QUE DEFIENDE DELINCUENTES, TAMBIÉN ES UN DELINCUENTE


Anoche, tras conocer la noticia de los compañeros ASESINADOS en Barbate

(Cádiz), no fui capaz de conciliar el sueño.


En mi mente sólo se repetía una y otra vez la imagen de una pequeña

embarcación de la Guardia Civil dando vueltas sobre sí misma mientras una

narcolancha, infinitamente más grande y potente, jugaba con ella a su antojo.

No podía dejar de escuchar los vítores de los desgraciados que jadeaban a los

traficantes aún cuando pasaron por encima de mis compañeros provocando la

muerte, de momento, de dos de ellos.


Aún sentía más impotencia porque TODOS los que estaban allí sabían lo que

ocurría. La zodiac de la Guardia Civil estaba plenamente identificada, luciendo

su rotativo azul. Ese que antiguamente imponía autoridad y que ahora,

desgraciadamente, sirve de objetivo.


Lo del campo de Gibraltar no es nuevo. Lo que no es habitual, hasta ahora, es

que el resultado sea el de muerte, aunque cada vez la probabilidad es más alta

y los intentos más habituales y eso, solamente tiene una explicación que no es

otra que la impunidad con la que se sienten los delincuentes y la desprotección,

tanto material como judicial, que tiene la Policía y Guardia Civil.


Hasta en algún video publicado en redes sociales se escuchan comentarios de

personas que no entienden que la Guardia Civil se enfrente a semejante

gigante con una embarcación de risa. Llegan a decir “No le ha dado de milagro,

le va a dar seguro”. “Los van a ventilar”. ”Y esa es la Guardia Civil, con esa

lancha de mierda? Pues lo que tienen, que van a hacer? Si no tienen otra cosa

aquí”. Estas frases las dicen unos marineros gallegos desde una embarcación

pesquera atracada en el puerto. Llama la atención cómo, hasta ellos mismos,

tienen conocimiento de que “No tienen otra cosa”. Si lo saben ellos que no

sabrán quienes nos mandan.


Como dicen por ahí, “uno no va a la guerra con lo que le gustaría tener sino

con lo que tiene” El problema es que, a esta guerra, o a la batalla de anoche

que estaba perdida antes de empezarla, los manda alguien que sabe que no

había nada que hacer. Que los malos ya no paran los motores ante el grito de

alto Guardia Civil” sino todo lo contrario. Insisto, se sienten impunes, al

contrario que los agentes que, antes de hacer uso de los pocos medios que

tienen a su alcance, deben hacer inventario de consecuencias posteriores. No

jugamos la misma liga. No tenemos las mismas reglas. Este partido lleva

amañado muchísimo tiempo. No podemos ganar. Así NO.


Ayer, esos compañeros se levantaron de la mesa, después de comer con sus

familias y se fueron, de nuevo a servir hasta que, unos ASESINOS decidieron

que ese iba a ser el último día de sus vidas.


No dejo de pensar en que se fueron de este mundo, podrido, escuchando los

vítores de verdaderos hijos de puta que se alegraban de lo que estaba

ocurriendo. Pensando, ¿Qué hemos hecho para que nos odien así?


Y yo me pregunto:

De verdad, ¿merece la pena?

¿No dan ganas de decir, ahí os quedáis y cuando realmente queráis solucionar

esto ya sabéis donde estamos?


No me voy a extender más porque la noticia de ayer me ha afectado más de lo

habitual y escribir esto me está costando. Duele.


Desde pequeño, cuando ETA pegaba fuerte, mi madre nos decía “Si alguna

vez a tu padre le ocurre algo y yo no estoy en condiciones de reaccionar, no

quiero a ningún político en el funeral”. Ojalá hoy tengan la vergüenza de no

aparecer y que, si lo hacen, alguien les invite a marcharse por donde han

venido. No están nunca, que no estén ahora.


Termino como empecé. “Quien defiende a los delincuentes se convierte en

delincuente” Estas leyes y esta forma de maniatar a los agentes es defender a

delincuentes. A buen entendedor, pocas palabras bastan.


Lo demandó el honor y obedecieron,

lo requirió el deber y lo acataron.

Con su sangre la empresa rubricaron,

con su esfuerzo la Patria redimieron.

Fueron grandes y fuertes,

porque fueron fieles al juramento que empeñaron.

Por eso como valientes lucharon

y como héroes murieron.

Por la patria morir fue su destino.

Querer a España, su pasión eterna,

servir en los Ejércitos su vocación y sino.

No quisieron servir a otra bandera,

no quisieron andar otro camino,

no supieron morir de otra manera”.

Descansen en paz.

1 comentario:

  1. DEP.
    Es inconsolable, pero un abrazo a las familias y seres queridos de todos ellos que han dejado atrás.
    Acompaño de la mano lo publicado por tí.
    Una vez más, me AVERGÜENZO de nuestro GOBIERNO. Qué asco....
    Mi lado oscuro, que lo tengo, quisiera ver a 1 hijo, padre, hermano, amigo, de cada uno de los que están sentados en el gobierno, se subiera a una neumática y viviera la misma situación, frente a esos capos del INFIERNO.
    Tomarían otras medidas ?

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