Señor Fernández Díaz:
El pasado 6 de febrero, me decidí a iniciar mis
andares en esto de los blogs, porque quería expresar lo orgulloso que estaba de
usted cuando le puso la cara colorada al representante de Amaiur, el
"señor" Urbina.
Ese día, dije también que esperaba no tener nunca
que cuestionar ninguna de sus decisiones y que en el caso de tener que hacerlo,
aquí estaría. Pues bien, me TEMO que ese día ha llegado.
Me pareció usted una persona que dice las cosas
claras y a la cara, pero ahora no lo está haciendo. No digo yo que nos esté
mintiendo pero si le digo que no nos dice la verdad. Me refiero por supuesto al
caso BOLINAGA.
Por mas que leo una y otra vez, no encuentro en
ningún punto de la Ley, algún párrafo en el que OBLIGUE a conceder la libertad
condicional a un terrorista, no arrepentido ni reinsertado por causas
humanitarias o algunas otras. Si he leído sin embargo donde pone que "SE
PODRÁ CONCEDER". En este caso, si se aplica lo de querer es poder. Ustedes
han querido y han podido.
Van a poner en la calle a una rata asesina que
mató a tres compañeros míos y además secuestró al señor Ortega Lara, al que el azar, y
la buena labor de mis compañeros, consiguieron liberar con vida. Puesto que ese
que ahora pide dignidad, ya lo había condenado a muerte.
Resulta que la Médico Forense de la Audiencia
Nacional, emite un informe en el que considera que no existe ningún problema
para que el terrorista sea tratado de su enfermedad en prisión. Además de todo
esto, el fiscal solicita la no concesión de la libertad condicional para este
perro y sin embargo, su señoría, el Juez Castro, omite todo esto y se la concede.
¿Es esto decisión del Juez?, Creo que no. Creo que ustedes, al conceder el
tercer grado a Bolinaga, ya le están marcando el camino al señor Castro. A eso
le llaman, trazar la hoja de ruta. Además, de poner al Juez a los pies de los
caballos de cara a la opinión pública.
¿Hablamos de justicia?, ¿Hablamos de humanidad?,
La señora Isabel San Sebastian @isanseba, en su Tweeter define muy bien lo que es justo y lo que es humano. Cito textualmente y hago mías sus
palabras:
"Justo es dejar a Bolinaga en prisión. Humanitario, tratarle allí el cáncer. Lo demás es ceder ante un terrorista y escupir a las víctimas"
Cuando empecé a escribir aquí, le decía que las victimas del terrorismo,
ese día que he citado al comienzo de esta publicación, estarían orgullosas de
usted. Me temo que hoy no puedo decir lo mismo.
Puedo entender, que desde mi ignorancia, ustedes tengan que tomar decisiones
que los demás no podamos alcanzar a ver. Recuerdo una frase de un superior y
amigo mío en la que decía que el poseer más información era como ir con las
"largas puestas" y que los que no disponíamos de mucha de esa
información, la cuestionábamos porque íbamos con "las cortas". Pues
bien, seguramente yo, en esta ocasión, lleve puestas las de posición, y
posiblemente, una de ellas esté fundida, pero por favor, no nos mientan.
Recuerden que ustedes gobiernan para los ciudadanos que les hemos votado y para
los que no les han votado también. Por tanto no nos mientan. Sea usted
valiente, como a mí desde un principio me lo ha parecido y díganos la verdad.
De un paso al frente y reconozca que todo esto está pactado y que por eso
Bolinaga va a salir de prisión y morirá en su casa, rodeado de los suyos y
espero que retorciéndose de dolor. El mismo dolor que llevan soportando los
familiares de mis tres compañeros asesinados por este mal nacido.eso si, con una diferencia, ellos no tenían cáncer y tampoco estaban rodeados de sus seres queridos cuando los asesinaron. Lo único que tenían era el honor de vestir el uniforme de la Guardia Civil y la sentencia a
muerte que Bolinaga y los suyos habían dictado unas horas antes.
En esta ocasión, tengo que decirle que obedezco como subordinado suyo que
soy, pero que en esta ocasión, no me siento orgulloso de serlo. Y me explico,
de lo que no estoy orgulloso es de que Usted sea mi jefe. Salvo que me este
equivocando y al ir usted con las largas y yo con las de posición, me esté
perdiendo algo. Si es así le pido disculpas.
